¿MERECE LA PENA ARREGLARLO?

Cuando nos planteamos la posibilidad de reformar o transformar nuestra prenda de piel, nos surge la siguiente pregunta:

¿Merece la pena? Esta pregunta no es sencilla de responder, demasiados factores para contestar sin un mínimo  análisis. Usted podrá responder a algunas cuestiones, pero otras necesita claramente ayuda de un profesional que le asesore con honestidad del estado de la piel.

Estas son las preguntas que usted podría responder:

  1. ¿Me gusta el tipo de piel?
    • Muchas veces este tipo de prendas nos vienen a través de una herencia o algún regalo. A esto no le podemos ayudar, solo usted puede responderse, no se fije en el modelo, sino en la piel…Intente imaginar su piel en otro modelo… puede quedar preciosa.
  2. ¿Le voy a dar uso?
    • Aquí hay otros factores externos a usted que afectan a esta pregunta, como es la elección del modelo. Claramente necesita la opinión de un profesional, su abrigo de piel se puede reformar en prácticamente todos los modelos que queramos, pero tenemos que buscar alguno que se adapte a nosotros, nuestro cuerpo, medidas, largos, y por ultimo no menos importante,  que el tipo de piel favorezca al modelo, ¿Quién mejor para asesorarle que una empresa que lleva 40 años en la peletería diseñando moda y tendencias?
  3. ¿La inversión que haga merecerá la pena? 
    • Para contestar a esta pregunta volvemos a necesitar la ayuda de un profesional, el cual va a valorar:
      • ¿Está la piel bien conservada para poder trabajarla y disfrutarla durante años?
      • Para contestar esto no es suficiente con verla por la parte exterior, es necesario ver la parte interior para valorar si podrá aguantar el proceso de transformación. 
    • ¿La voy a usar?
      • Volvemos a plantearnos la primera pregunta formulada, pero quizá nos ayude plantearla de otra forma… ¿Qué hace en el armario?
      • Ya por último. Si por lo que fuera no convenciera la idea de hacer una prenda nueva, ¿se ha planteado darle un nuevo uso?

La piel es una inversión muy duradera, podemos convertirla en mantas, cojines…un sinfín de maravillosas utilidades para aprovechar la magnífica materia natural de la que disponemos….

Cada persona es única, diferente con su propio estilo y personalidad, esta es la primera regla que tenemos a la hora de escoger el estilo de cada cliente.

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